Las mantas ignífugas se erigen como nuestro mejor aliado al actuar como medida eficaz de protección laboral en caso de incendio y muy especialmente cuando prenden las llamas en las vestimentas como alternativa a las duchas de seguridad.
Ámbitos profesionales como los laboratorios, donde se manipulan a diario compuestos inflamables, tóxicos, irritativos y/o corrosivos, son escenarios que precisan de la incorporación de sistemas de seguridad, que permiten actuar rápidamente para controlar accidentes como incendios, explosiones o derrames, así como proceder a la descontaminación de las personas que trabajan en su interior y puedan haber sufrido quemaduras motivadas por algún tipo de reactivo.
Tu protección laboral más eficaz con mantas ignífugas
El principal objetivo de elementos de seguridad como las mantas ignífugas, guantes, jerseys especiales, calzado de seguridad, gafas o chalecos, es reducir las consecuencias derivadas de un accidente vinculado o salpicaduras de productos corrosivos. La eficacia de tales sistemas radica en la rapidez con la que actúan y estado de conservación de los mismos.
Por ese motivo es preciso que se encuentren alejados de enchufes y aparatos eléctricos, así como ubicados en entornos visibles y accesibles en caso de accidentes imprevistos. En el caso concreto de la mantas ignífugas, confeccionadas en material de fibra de vidrio resistente al fuego, este tipo de elementos son idóneos para apagar los fuegos pequeños y sofocar la fase inicial de un incendio, además de ser de utilidad para envolver al personal que ha sido alcanzado por las llamas. Igualmente es empleado para la protección de instalaciones, máquinas y otro material de valor.
Esencial para edificios públicos, cocinas, hoteles y plantas industriales, este material de seguridad ofrece protección pasiva y activa contra el fuego y las llamas. Este tipo de mantas suelen venir plegadas en el interior de una funda o bolsa de liberación en aras de facilitar en todo momento su almacenamiento. Para utilizarlas exclusivamente en caso de incendio, únicamente se ha de tirar simultáneamente de las dos tiras rojas que por lo general sobresalen de la bolsa y desenrollarla completamente.
Las mantas de un mayor tamaño, que suelen emplearse en plantas industriales, estar confeccionadas a base de lana, que en ocasiones es tratada con un líquido retardante de la llama. Habitualmente, este tipo de mantas de mayores dimensiones suelen colocarse en cabinas verticales de liberación rápida en aras de que puedan ser utilizadas con la mayor presteza posible. Al mismo tiempo, existen mantas más especiales pensadas para soldadores profesionales que llegan a resistir hasta los nada desdeñables 1600 ºC. Esta modalidad está diseñada para ofrecer la máxima protección al trabajador frente a los efectos derivados de los trabajos de corte. Además de resistentes a las temperaturas antes mencionadas, también lo son a la conductividad eléctrica, las técnicas del soldeo y a la penetración del agua. Igualmente, son efectivas para bloquear el calor y hacen las veces de barrera.
La utilización de estas mantas puede, en ciertos casos, evitar el desplazamiento del sujeto en llamas, lo que facilitará la tarea de limitar sus efectos y el desarrollo de esta últimas. En todos los laboratorios donde se manipulan productos inflamables es altamente recomendable su presencia. Su lugar de ubicación ha de ser convenientemente seleccionado y señalizado con el objetivo de facilitar su utilización.
Las mantas ignífugas ofrecerán una eficaz protección en forma de cortinas o elementos colgantes de protección frente a chispas, trabajos de soldadura y salpicaduras de colada y metal fundido.
En Teminsa te ofrecemos la ayuda profesional que necesitas para reforzar la protección en tu entorno laboral, no solo con materiales como las antes mencionadas mantas ignífugas, sino también con otros muchos elementos en forma de cascos, cazadoras, chalecos, guantes, jerseys, monos pantallas de protección, señalización o trajes de agua. Contacta con nosotros y te asesoraremos al respecto.