Los sistema cierrapuertas han ganado popularidad durante los últimos años, gracias sobre todo a su funcionalidad. Comunes tanto en edificios de oficinas como en viviendas particulares, aportan una gran seguridad frente a los intrusos, ya que son capaces de cerrar por sí mismos el acceso por el que entramos y salimos. Te contamos cómo funcionan.
Mucho ha cambiado este sistema desde su primer modelo, que consistía básicamente en un simple resorte, unido por un extremo a la puerta y por otro al marco de la puerta. Hoy en día encontramos diseños mucho más eficaces, y una amplia variedad en el mercado especializado. Podemos dividirlos, a grandes rasgos, en manuales y automáticos.
El funcionamiento del cierrapuertas manual se basa en la presión del aire y la energía almacenada, mientras que el automático utiliza la energía eléctrica y viene acompañado de un control remoto y una alarma de seguridad. Este último es menos económico que el primero, pero garantiza una mayor seguridad.
A la hora de hacernos con uno de ellos, tendremos que analizar varias cuestiones, como la amortiguación de la apertura (regula la fuerza con la que se abre la puerta) o el retardo de cierre; esta velocidad de cierre debe mantenerse entre los 180º y los 5º. También debemos tener en cuenta el llamado ángulo de retención, ajustable entre 70º y 150º para modelos con brazo articulado, y entre 80º y 120º para cierrapuertas de muelle con guía deslizante. En este sentido, lo mejor es dejarse aconsejar por un experto.
Nuestros Cierrapuertas
En Teminsa contamos con algunos interesantes ejemplos, como el de la primera imagen. Se trata de un cierrapuertas Dorma TS-71, de color negro, con brazo normal. Logra un óptimo ajuste de la velocidad de cierre con dos válvulas de regulación, con cierre fiable y golpe final regulable. Su instalación es rápida y sencilla, mantiene un cierre constante, y es casi independiente respecto a las oscilaciones de la temperatura.
En segundo lugar vemos este cierrapuertas Dorma TS-68, con brazo normal y color plata. Dispone de una fijación óptima a todas las construcciones de puerta sin necesidad de placa de montaje. Al igual que el anterior, mantiene un cierre constante y es prácticamente independiente respecto a los cambios de la temperatura.
Tiene una adaptación óptima de la velocidad de cierre y cierre seguro, gracias a la acción de sus dos válvulas reguladoras. Su montaje es sencillo y puede instalarse en todos los modelos y construcciones corrientes de puerta. Además, la fuerza de cierre se adapta al tamaño respectivo de puerta por medio de cambios de posición del apoyo del brazo o cuerpo del cierrapuertas.
También disponemos de un cierrapuertas Dorma TS-68 con brazo normal de color negro, apto para ambos lados de la puerta. Su instalación es rápida y su fijación óptima a todas las construcciones de puerta sin necesidad de placa de montaje. Al igual que las anteriores, dispone de dos válvuñas reguladoras que garantizan un cierre seguro, y es independiente a las oscilaciones de la temperatura.
En último lugar, proponemos un cierrapuertas Dorma BTS-75V sin fijación, con freno de suelo universal, para puertas simples y de vaivén, con hojas de hasta 120 kg. Incorpora un ciclo de cierre operativo desde 175º, controlado por completo hidráulicamente, así como amortiguación de la apertura y fuerza de cierre ajustable.
¿Cuáles son para vosotros los mejores cierrapuertas?