En la actualidad, este proceso de fabricación ha evolucionado muchísimo al incorporar diferentes técnicas e innovaciones tecnológicas respecto a la maquinaria. Por ello, ya sea con métodos tradicionales o más avanzados, nos encontramos con numerosos tipos de soldadura según el tipo de trabajo a realizar.
Al proceso por el cual fusionamos dos metales fundiendo piezas distintas se le denomina soldadura. Generalmente, la naturaleza de estos dos materiales es metálica, aunque también pueden ser termoplásticos. Para conseguirlo, se suele agregar un material fundido de relleno, también conocido como material de aportación. Al enfriarse ese material de relleno, los dos materiales quedan fusionados como una única pieza fija.
¿Qué tipos de soldadura existen?
En función de los materiales fusionados, existen dos tipos: la soldadura homogénea y la heterogénea. En la primera, se hace referencia a la soldadura en la que se emplean materiales con la misma composición. Mientras que, en la segunda, los materiales que se unen son de distinta composición. En este caso, también pueden ser de idéntica composición, pero el material de aportación utilizado tiene una composición distinta a la de las piezas que queremos unir. Dentro de la soldadura homogénea, encontramos la soldadura blanda (a temperaturas inferiores a 400ºC) y la soldadura fuerte (que trabaja a temperaturas superiores a los 800º).
Afinando un poco más respecto a las técnicas que se incluyen en la soldadura homogénea, podemos hablar de los tipos más utilizados.
- Electrosoldadura o soldadura eléctrica. Debido a su sencillez, es una de las más utilizadas y no es necesario material de aporte, ya que se realiza mediante electrodos metálicos
- Oxiacetilénica. Trabaja con la combustión de la mezcla de oxígeno y acetileno a una temperatura de más de 3000ºC
- Soldadura con arco eléctrico. Empleada para soldar acero inoxidable y metales de baja aleación, derritiendo el metal que se quiera unir mediante el uso de una fuente de energía eléctrica
- MIG/MAG. Se utiliza para trabajos con mayor complejidad, usando gas de metal inerte y electrodos consumibles
- TIG. En el caso de esta técnica, se trabaja con electrodos no consumibles de tungsteno y se protege la soldadura con un gas especial
- Soldadura por láser. El proceso de unión se realiza mediante un haz o rayo láser, el cordón de soldadura es muy fino y la duración de la fusión es breve. Puede combinarse con otros métodos tradicionales de soldadura.
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