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Encontramos multitud de tipos de mallas metálicas, fabricadas en distintos formatos y con características bien diversas. Por tanto, la elección del cerramiento metálico dependerá del tipo de espacio que queramos crear. Puede ser que queramos proteger una finca, delimitar una zona dentro de la misma o proteger animales domésticos, entre muchos otros usos. Son tantos los tipos que existen que la elección, a veces, es complicada. Por eso, hoy te mostramos cómo elegir un cerramiento metálico y sus accesorios en base a tus necesidades.
Consejos para elegir cerramiento metálico y accesorios según el tipo de uso
La elección del tipo de cerramiento metálico va ligado al objetivo que queramos cumplir. Principalmente, sus dos principales funciones son las de delimitación y protección de un espacio. Entonces, depende de lo que queramos, tendremos que optar por la que mejor solución nos aporte. Ahora vamos a ver los principales tipos de mallas metálicas, sus características y usos para que puedas elegir tu cerramiento y metálico y accesorios de forma adecuada.
- Malla de simple torsión. Una de las más económicas y versátiles. Es el tipo de valla que vemos habitualmente para delimitar parcelas y en instalaciones deportivas, como pistas de tenis.
- Malla de triple torsión. Seguramente la hayas oído nombrar como malla de gallinero o conejera. Básicamente, se emplea para la protección de gallinas y otras aves pequeñas frente a posibles depredadores. También es muy habitual para la construcción de gaviones.
- Malla anudada o malla ganadera. Su objetivo principal es el de proteger el ganado. Permite el paso de animales pequeños, pero impide el de los depredadores. Usos: delimitar granjas, reservas cinegéticas, huertos, cotos de caza…
- Valla plegada. La valla plegada o tipo Hércules es la opción más robusta y duradera. Destaca por ser un tipo de cerramiento muy resistente y se utiliza, sobre todo, para vallar hospitales, colegios, parques, parkings, piscinas y otros espacios públicos. Tiene la ventaja también de ser mas sencilla de montar y reparar, por tener una instalación en paneles de tipo mecano.
Respecto a los materiales empleados en la fabricación de los cerramientos metálicos que os hemos indicado, se usa principalmente el alambre de acero. Después, según el tipo de valla y la función que cumpla, varía el grosor del alambre y el acabado, que puede ser cincado o galvanizado para mayor duración y con la posibilidad de plastificarlo en diferentes colores que protegen al alambre para aumentar la durabilidad del cerramiento metálico.
Para terminar, en lo que a los accesorios se refiere, es importante saber que cada tipo de malla metálica cuenta con elementos específicos. Según la valla y su uso, tenemos postes de acero, cables, tensores, grapas, abrazaderas y diversos accesorios y complementos necesarios para su correcta instalación.
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