Instalar una valla metálica es una excelente manera de delimitar tu jardín o propiedad, ofreciendo seguridad, durabilidad y un aspecto moderno. Aunque puede parecer una tarea compleja, con las herramientas adecuadas y siguiendo los pasos correctos, puedes realizar la instalación tú mismo. En este post, te enseñaremos cómo instalar una valla metálica en 5 sencillos pasos, asegurando que quede firme, nivelada y lista para cumplir su función.
Paso 1: Planificación y Preparación del Terreno
Antes de comenzar con la instalación, es fundamental planificar cuidadosamente la ubicación de la valla y preparar el terreno.
- Delimita el área: Usa estacas y una cuerda para marcar claramente la línea donde colocarás la valla. Esto te ayudará a visualizar la ubicación y a asegurarte de que esté alineada y recta.
- Identifica puntos clave: Marca los puntos donde irán los postes principales, generalmente en las esquinas y cada ciertos metros, según las dimensiones de tu terreno. La distancia entre postes suele estar entre 2 y 3 metros, dependiendo del tipo de valla.
- Limpia el terreno: Retira cualquier obstáculo en el área de instalación, como piedras, ramas o escombros, para que la valla se pueda colocar de manera uniforme.
Paso 2: Colocación de los Postes
Una vez que el terreno esté preparado, es hora de instalar los postes que sostendrán la valla.
- Cava los hoyos: Utiliza una pala o una excavadora manual para hacer los agujeros donde irán los postes. Los agujeros deben tener una profundidad de al menos un tercio de la altura del poste para asegurar su estabilidad. Generalmente, se recomienda una profundidad de 60 a 80 cm.
- Coloca los postes: Inserta los postes en los agujeros. Asegúrate de que estén completamente verticales utilizando un nivel de burbuja.
- Fija los postes: Llena los agujeros con una mezcla de hormigón para asegurar los postes en su lugar. Asegúrate de que el hormigón se distribuya de manera uniforme alrededor del poste y verifica nuevamente que esté nivelado. Deja que el hormigón se seque durante al menos 24 horas antes de continuar con el siguiente paso.
Paso 3: Instalación de los Paneles o la Malla
Dependiendo del tipo de valla metálica que estés instalando, este paso variará ligeramente. Aquí te damos instrucciones para las dos opciones más comunes: paneles de valla metálica o malla de simple torsión.
- Paneles Metálicos: Coloca los paneles entre los postes y utiliza abrazaderas metálicas o tornillos para fijarlos. Asegúrate de que los paneles estén a la misma altura y nivelados antes de apretarlos por completo.
- Malla de Simple Torsión: Si estás instalando una malla, primero coloca un tensor en el poste de inicio y en el poste final. Luego, desenrolla la malla a lo largo de los postes y fíjala con grapas o alambres a los postes intermedios. Utiliza los tensores para asegurarte de que la malla esté bien estirada y sin arrugas.
Paso 4: Fijación y Ajuste
Con los paneles o la malla en su lugar, es momento de asegurarse de que todo esté correctamente ajustado y bien fijado.
- Ajusta las tensiones: Si has instalado una malla, asegúrate de que esté tensa y firme, sin zonas sueltas o abombadas. Utiliza los tensores para ajustar la tensión si es necesario.
- Verifica la alineación: Revisa que la valla esté completamente recta y nivelada. Haz cualquier ajuste necesario antes de apretar definitivamente las fijaciones de los paneles o la malla.
- Refuerza las esquinas: Las esquinas suelen ser las áreas más vulnerables de una valla, así que considera reforzarlas con soportes diagonales o postes adicionales para mayor estabilidad.
Paso 5: Acabados y Mantenimiento
Una vez que la valla esté instalada y ajustada, solo queda darle los últimos toques para garantizar su durabilidad y buen aspecto.
- Pintura y protección: Si la valla no tiene un revestimiento anticorrosión (como galvanización), es recomendable aplicar una capa de pintura antioxidante o protector de metal para evitar la oxidación y prolongar su vida útil, especialmente si estará expuesta a las inclemencias del tiempo.
- Puertas o accesos: Si tu instalación incluye una puerta o acceso, este es el momento de fijarla. Asegúrate de que las bisagras y cerraduras estén bien instaladas y que la puerta se abra y cierre sin dificultad.
- Inspección regular: Para mantener tu valla en perfecto estado, realiza inspecciones periódicas para asegurarte de que no haya partes sueltas, óxido o daños. Realiza reparaciones menores cuanto antes para evitar problemas mayores en el futuro.
Conclusión
Instalar una valla metálica en tu jardín o propiedad no tiene por qué ser complicado. Siguiendo estos 5 sencillos pasos, podrás realizar una instalación firme y segura, que no solo proteja tu espacio, sino que también añada un toque estético y funcional. Recuerda planificar adecuadamente, utilizar los materiales correctos y realizar un mantenimiento regular para garantizar la longevidad de tu valla.
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